Todo proyecto de investigación comienza con unos estudios preliminares, bajo condiciones acotadas, medibles, y de análisis. A medida que avanza la investigación, se comprueba o verifica que lo estudiado en el laboratorio, por ejemplo en las instalaciones de la Universidad de Zaragoza, se puede replicar a nivel semiindustrial, obtener resultados parecidos, equivalentes, o detectar diferencias.